Ella…
En aquel entonces era ella capaz de inspirar la calma;
aunque muy pocos se detuvieran a contemplarla.
Ella podía entonar las más dulces e inspiradoras melodías;
sin embargo muchos oidos ya eran sordos.
Ella conocía todos los secretos, poseía las llaves del conocimiento;
no obstante muy pocos anhelaban abrir aquella puerta.
Pero sobre todo era ella la más elevada forma y fuente de amor;
si bien aunque tuviese tanto para dar eran demasiado pocos los seres dispuestos a recibir,
por ello tendría que despojarse de aquel olvido y renacer una vez más.
(Lorena Zambrano)
No hay comentarios:
Publicar un comentario