martes, 15 de febrero de 2011

Y NO DECIMOS NADA

La primera noche ellos se acercan y cogen una flor de nuestro jardín,
y no decimos nada.
La segunda noche ya no se esconden, pisan las flores, matan nuestro perro,
y no decimos nada.
Hasta que un día el más frágil de ellos entra solo en nuestra casa,
nos roba la luna,
y conociendo nuestro miedo
nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada
ya no podemos decir nada.

Vladimir Maiakovski.
Poeta ruso
1893-1930



Por protestar las injusticias, vinieron por mí
Por defender mis principios, vinieron por mí
Por ver la vida de manera distinta, vinieron por mí
Por proteger lo más querido, vinieron por mí
Por no ser su cómplice, vinieron por mí

La democracia, la libertad y la justicia no se vieron vulneradas porque VINIERON POR MI

Lo fueron porque NADIE DIJO NADA

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